Galahad78
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Base Aérea de Burestvenik, isla de Iturup, oblast de Sajalín, Federación Rusa El personal de la base y las tripulaciones de los cazas llevan observando el desarrollo de la imagen aérea desde el comienzo de la operación en el rudimentario centro de operaciones. Hasta este momento no han podido tomar parte en la misma, no por falta de ganas, sino por órdenes estrictas del Alto Mando. - Mi coronel, los satélites han detectado tres contactos, más lentos que el resto, en rumbo 045. La estimación inicial es que se trata de P-3 Orion japoneses de guerra antisubmarina. - Que despeguen tres MiG-29 y los intercepten. Ejecutemos el plan de batalla según lo establecido. Apenas cinco minutos después de la orden del coronel, los turbofanes dobles RD-33 de cada Fulcrum rugen mientras impulsan a sus aviones como cohetes. Cada uno de ellos se dirige a uno de los P-3 Orion, a baja altitud, para demorar su detección lo máximo posible. 73 Rojo, MiG-29SMT Fulcrum-C del 5º Grupo Aéreo, sobre el Mar de Ojotsk, 60 millas al norte de Iturup A 80 pies sobre las olas color gris pizarra, el 73 rojo surca el aire a 540 nudos a los mandos del comandante Artem Zamakov. La atención de su piloto se divide casi exclusivamente entre el escaneo visual fuera de su cabina, a la búsqueda del P-3 nipón que le han asignado, y el altímetro radar que le mantiene a salvo del picado mar. Su SPO-15 Beryoza sólo muestra radares de búsqueda, pero sabe perfectamente que eso cambiará pronto. De hecho, que lo detecten y lo persigan forma parte del plan. En el fondo, es un cebo. Y lo sabe. "Es un mal necesario" reflexiona, "nuestros R-27 no pueden competir con sus AAM-4 y algo hay que inventar. Además, no podemos mandar a un teniente novato si los veteranos no estamos dispuestos a llevar a cabo una operación como esta. Pero no tiene porqué gustarme". Una sola palabra en clave en la radio, por lo demás en silencio, le saca de sus pensamientos. En teoría y según los datos de los que dispone la base, el P-3 que le toca debería estar en su cono radar y dentro del alcance de sus misiles. Hasta ahora no ha podido adquirirlo visualmente, así que no le queda más remedio que encender su N-010 Zhuk-M. Por suerte, le bastan unos pocos barridos de radar para detectarlo y blocarlo. Cinco segundos más tarde está en rango de sus R-27. Dos misiles semiactivos dejan los raíles de lanzamiento del Fulcrum y se dirigen inexorables hacia el avión de patrulla marítima nipón. Este ha empezado a virar en cuanto ha detectado las emisiones de radar del Fulcrum, pero no tiene ninguna oportunidad. Ambos misiles impactan en el ala derecha del P-3, que queda hecha un colador; no consigue aguantar la tensión, y dos segundos más tarde se parte por la mitad. Virando sobre su ala izquierda, el P-3 empieza a caer en espiral hasta que se estrella en el mar. El 28 rojo, 50 millas al oeste del Fulcrum de Zamakov, transmite que también ha derribado su objetivo. No hay noticias del MiG-29 que ha partido hacia el sur de la isla, pero quizá se deba a la distancia. "Bueno, eso ha sido fácil. Ahora viene la parte complicada". Como leyéndole el pensamiento, el Beryoza se ilumina como un arbolito de navidad con indicaciones de varios radares aire-aire. - Y aquí vienen los F-15J nipones, cabreados por haber sido sorprendidos con los pantalones por los tobillos - sonríe de manera cansada Zamakov, sorprendido al darse cuenta de que lo ha dicho en voz alta, quizá es que tanto silencio de radio le está atacando los nervios - veamos cómo están de cabreados. Inmediatamente, pone a su caza en un viraje de 90 grados de alabeo y enciende los posquemadores, rumbo a la base. Kami 07, F-15J-MSIP del 203er Escuadrón de Caza, a 36.000 pies sobre el Mar de Ojotsk Tadeo Kurita no podía ocultar el cabreo que sentía. ¡Los rusos se habían burlado de ellos! Aunque en su fuero interno sabía que la ruta de los P-3 era un error, se habían convencido de que la sola presencia de sus poderosos F-15J amedrentaría y paralizaría a los rusos. Pero no había sido así. Los rusos habían demostrado más arrojo que el que el pueblo nipón le presuponía. Que esto fuera un rasgo del racismo genético japonés era algo que ni se le pasaba por la cabeza. Por ello, estaba totalmente de acuerdo con la decisión que había tomado el líder del paquete, la de perseguir ciegamente a los tres cazas rusos que habían osado deshonrarlos de aquella manera. El del oeste había caido fácilmente, sorprendido por una pareja de Kamis en ruta a sus CAP. El otro, sin embargo...Debía de estar destrozando sus motores, corriendo de aquella manera. No le iba a servir de mucho, sonríe bajo su máscara de oxígeno Kurita. Los diez pilotos nipones, divididos en parejas, también estaban forzando sus motores, intentando limpiar su orgullo. El líder del paquete y su punto, varias millas por delante, pican hacia la capa de nubes para coger más velocidad. El caza ruso está prácticamente sobre su base. Sin embargo, el ruso no inicia la maniobra de aterrizaje: continua hacia el sur. "El justificado cabreo" reflexiona Kurita, "no debería impedir que actuáramos como profesionales. Y esto me da mala espina". - Kami 06, de 07, el ruso no intenta aterrizar...¿no te parece raro? - 07, eso es que sabe que no tiene ninguna oportunidad, lo reventaríamos cuando estuviera en final - ríe el lider de vuelo de Kurita - tú céntrate en mantener la posición y confía en el saber hacer del Coronel Yamashiro, al fin y al cabo es el comandante del escuadrón. "Y, por tanto, es el que más tiene que perder por el fiasco de los P-3...". Kurita ve, en un hueco entre las nubes, la forma de la isla de Iturup; están prácticamente encima. La persecución, y las nubes, les han hecho perder la conciencia de su posición geográfica. - 06, ¡es una trampa! ¡Estamos ya sobre su base, seguro que está protegida por SAMs! En ese momento pasan varias cosas, en rápida sucesión. Su RWR J/APR-4B empieza a pitar con varias indicaciones: primero, un radar de búsqueda Big Bird y, poco después, radares de tiro de SA-15 y SA-20. A los tres segundos el RWR le alerta del lanzamiento de varios misiles tierra-aire. No tiene que esperar mucho para verlos romper la capa de nubes y dirigirse a Kami 01 y 02, que explotan en sendas bolas de fuego. El ataque ha sido tan inmediato, tan por sorpresa, que no han podido reaccionar a tiempo. El resto de los Kamis intentan maniobrar y zafarse de los misiles rusos. A los SA-20 de más largo alcance enseguida se les unen los SA-15 según los cazas nipones maniobran a la desesperada y se ponen a tiro de los misiles de más corto alcance. Kurita vuela por su vida. Su RWR está tan lleno de indicaciones de blocado y lanzamiento de misiles, no todos contra él, que es inservible; la capa de nubes hace que se tarde en captarlos visualmente y por tanto se tarde en reaccionar. Vuela por instinto, dirigiéndose fuera del rango de ataque de los SAMs rusos. - Kami 07 al resto de vuelos, ¡informen de situación! Kurita repite la llamada dos veces más. Sin respuesta. - Kitsune 01 a Kami 07...está solo... La voz del controlador del AWACS E-767 Sentinel no oculta el shock que siente. El mismo estado de shock en el que se encuentra Kurita. Gracias a las horas de entrenamiento, puede volar su avión sin pensar en ello. Pero ahora mismo, poco más puede hacer. - Kitsune 01 a Kami 07 - es una voz distinta, más madura, más autoritaria. Transmite confianza. - Tenemos un contacto al sur de la isla que queremos que intercepte. Por sus compañeros. Kurita siente cómo le tiembla la mano al intentar responder a la radio. Reúne la poca confianza que le queda, con un gran esfuerzo de voluntad. - Por mis compañeros. Hai.
< Message edited by Galahad78 -- 11/2/2018 5:39:59 PM >
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